Morcellators: la innovación médica salió mal

Cada año, la atención y las técnicas médicas avanzadas mejoran las vidas y los tiempos de recuperación de las personas enfermas y las víctimas de accidentes. A veces, los avances en este campo vienen con su propio conjunto de complicaciones y problemas. Uno de esos avances es el morcelador, un dispositivo diseñado para descomponer grandes masas de tejido en pequeños fragmentos y que se usa comúnmente durante una histerectomía (cirugía para extirpar el útero de una mujer) o una miomectomía (cirugía para extirpar fibromas no cancerosos del útero). El morcelador tiene cuchillas que giran rápidamente y descomponen la masa en pedazos diminutos, que luego se aspiran fuera del cuerpo.[1]

Los morceladores permiten a los cirujanos realizar estos procedimientos a través de pequeñas incisiones de menos de 2 centímetros de largo, eliminando la necesidad de un corte importante que podría dañar los músculos y aumentar significativamente el riesgo y el tiempo de recuperación del paciente. El tipo de morcelador actualmente en cuestión es el morcelador laparoscópico, que realiza su perforación y succión en un ambiente abierto. Con este tipo de dispositivo, el proceso de aspirado no es 100% efectivo, lo que permite que partes de la masa que se está destruyendo “escapen” y viajen por todo el cuerpo. En algunos casos, esto no es peligroso, pero si la masa en cuestión es cancerosa, el dispositivo permite que se propague con facilidad y rapidez, dando lugar a nuevos tumores por todo el cuerpo. Incluso algunos tejidos no cancerosos pueden causar problemas y complicaciones si se diseminan a ciertas partes del cuerpo.[2]

Los pacientes con un cáncer de sarcoma uterino no diagnosticado tienen un mayor riesgo de que uno de estos dispositivos propague este cáncer por todo el cuerpo. En 2014, la FDA advirtió “contra el uso de morceladores eléctricos laparoscópicos en la extirpación del útero (histerectomía) o fibromas (miomectomía) en la gran mayoría de las mujeres. “[3]  Esta advertencia, sin embargo, llega demasiado tarde para cientos de mujeres que ya se han realizado los procedimientos con el equipo peligroso.

Afortunadamente, la innovación médica ha comenzado a abordar el problema con un nuevo tipo de morcelador. Los fragmentadores histeroscópicos utilizan una trampa de tejido para capturar tejido para la prueba, y el dispositivo funciona con energía mecánica en lugar de eléctrica. Hasta el momento, no ha habido estudios que vinculen los morceladores histeroscópicos con un aumento de las tasas de cáncer.[4]

Los morceladores ofrecen una mejora significativa sobre el riesgo y el tiempo de recuperación de los métodos más antiguos para realizar estas cirugías en particular, y el desarrollo reciente de una versión mejorada de la tecnología es una señal esperanzadora. Como siempre, discuta los riesgos de cualquier procedimiento quirúrgico con su médico y decidan juntos cuál es la mejor y más segura forma de proceder.

Si usted o un ser querido ha resultado lesionado por el uso de un morcelador u otro dispositivo médico, comuníquese con los abogados de negligencia médica de The Allen Law Firm al 866-388-1307 para una consulta gratuita.

Sobre el Autor: Malcolm “Mic” McConnell es un abogado de lesiones personales que ayuda a las personas lesionadas a obtener la compensación justa que merecen. Es el abogado principal de negligencia médica en Allen Law Firm y tiene casi 30 años de experiencia manejando casos en una variedad de especialidades médicas. Mic fue nombrado "Abogado del año" de Best Lawyers' Medical Negligence Law - Plantiffs en 2016 y 2013.


[1] http://www.google.com/patents/US6039748

[2] http://medical-dictionary.thefreedictionary.com/laparoscopic+morcellator

[3] http://www.fda.gov/NewsEvents/Newsroom/PressAnnouncements/ucm424435.htm

[4] http://www.medscape.com/viewarticle/822371