Marquita de Montross

Después de mi accidente, me quedé totalmente sin saber a dónde acudir. Estaba frustrado porque en cuestión de segundos mi vida había cambiado. No podía hacer las cosas que podía hacer antes de mi accidente, como jugar con mis nietos y peinarme. Lo último que quería hacer era tratar con un abogado además de eso.

Pero mi experiencia con Emily Smith y Allen & Allen no fue así en absoluto. Ella salvó mi vida.  

Desde el primer día, Emily estuvo comprometida, enfocada en ayudarme. Me llamó por teléfono en cada paso del camino, incluso los fines de semana, hasta el punto de que me preocupaba que no pudiera vivir su propia vida. Ella fue capaz de decir por mi tono de voz si tenía dolor. Ella me animó a seguir adelante. Terminamos acercándonos tanto, teniendo un vínculo como si fuéramos una familia. 

Estoy donde estoy hoy gracias a Emily Smith. Ella me escuchó. Oró conmigo. Me vio llorar. Pero ella nunca se quejó ni una sola vez. Al final, éramos como una familia, lo cual fue un gran cambio con respecto a la situación difícil en la que me encontraba al comienzo de mi caso.

Nunca perderé el contacto con Emily; ella siempre será parte de mi vida. Ella es un activo para Allen & Allen en todos los sentidos.