Yo era paramédico y estaba levantando a un paciente por un tramo de escaleras cuando me herné ocho discos.
Lo único que lamento es no haber contratado a Jennifer en el acto. La llamé el día del accidente, pero decidí intentar hacer la compensación laboral por mi cuenta. No debería haber esperado. Lo intenté durante un año y no llegué a ninguna parte. Los pagos de compensación laboral siempre llegaban tarde y mi empleador anterior contrató a un abogado. Una vez que Jennifer y Candice se involucraron en el caso, toda esa basura terminó.
Tuve cuatro ablaciones de la columna, nueve rondas de inyecciones en la espalda, una fusión del cuello y 32 semanas de terapia. Se necesitaba más terapia pero mi empleador se negó a pagar. Sentí tanto dolor que lo pagué de mi propio bolsillo. Pero ahora que Jennifer me ha ayudado, puedo someterme a las cirugías de espalda que necesitaba.
Jennifer y su equipo de Allen & Allen hicieron todo lo posible. Cuando me comuniqué inicialmente con otros abogados, algunos fueron groseros y otro abogado dijo que desearían que yo fuera parte de un sindicato. Pero Jennifer y su equipo son estrellas de rock. Yo no puedo decir suficientes cosas buenas sobre ellos.
Tengo una personalidad fuerte y hubo unas tres ocasiones en las que me sentí tan frustrado que quise tomar el asunto en mis propias manos. Jennifer me recomendó encarecidamente que no lo hiciera. Y ella tenía razón. Tenía que decirme lo que yo no quería oír porque estaba haciendo su trabajo.
No dude en contratar a un abogado después de sufrir una lesión en el trabajo; usted no puedo competir con estas compañías de seguros. Con Jennifer y Candice, nunca tuve que preocuparme por nada. Me cuidaron muy bien.
