Automóviles computarizados: un blanco fácil para los piratas informáticos

Modern cars are the beneficiaries of massive advancements in technology and improvements to manufacturing, but improvements can sometimes create new vulnerabilities. When we think of hackers, we generally think of computers and smart phones, but the electronics inside modern cars are no less complex and are significantly more vulnerable to manipulation.

Los automóviles de hoy dependen de una serie de minicomputadoras repartidas por todo su chasis que controlan todo, desde las luces del tablero hasta la dirección y el frenado. Muchos modelos más nuevos tienen más de cincuenta de estas computadoras que constantemente se comunican y hacen ajustes, y una falla en cualquiera de estas computadoras puede crear una situación de manejo muy peligrosa. Por ejemplo, el año pasado se retiraron del mercado más de dos millones de automóviles debido a un chip degradante que provocó que la bolsa de aire se desplegara repentinamente.[1]

Las computadoras a bordo han estado proliferando en nuestros vehículos durante años, pero las vulnerabilidades de seguridad descubiertas recientemente muestran cuán peligrosas pueden ser. Durante la lucha por mantenerse a la vanguardia de la tecnología, algunas empresas automotrices se apresuraron a desarrollar e implementar nuevos sistemas, lo que podría tener implicaciones de seguridad. BMW ahora estima que 2.2 millones de sus vehículos pueden ser forzados usando nada más que un teléfono inteligente.[2]

Los expertos en seguridad informática de toda la industria han demostrado repetidamente lo fácil que es incautar y controlar vehículos. Las funciones de dirección y frenado se pueden manipular de forma remota, y hay al menos una instancia real de un empleado de un concesionario descontento que manipula docenas de automóviles. Además, los expertos advierten que el rápido desarrollo y despliegue de tecnologías planificadas que permiten que los automóviles se comuniquen entre sí y con computadoras en edificios y estacionamientos crea vulnerabilidades de seguridad aún mayores.[3]

Quizás no sea sorprendente que existan tecnologías tan vulnerables en ausencia de regulación, pero se están realizando nuevos esfuerzos para imponer estándares a los componentes electrónicos que son necesarios para nuestros automóviles modernos. Los senadores Edward Markey de Massachusetts y Richard Blumenthal de Connecticut están encabezando un esfuerzo para exigir a la Administración Nacional de Seguridad Vial y Tráfico y a la Comisión Federal de Comercio que exijan a los fabricantes de automóviles que aumenten los esfuerzos de seguridad y que no permitan nuevos productos o sistemas en las carreteras hasta que hayan sido adecuadamente Probado y buscado vulnerabilidades.[4]

We all understand and use seat belts, turn signals and other safety equipment on our vehicles. The time has come for our vehicles’ inner workings to have the same protection and offer us the same standard of safety and peace of mind.

Sobre el Autor: Jamie Kessel is a personal injury attorney practicing with the law firm of Allen & Allen at their office in Short Pump. His practice is focused in the areas of car accidents, product liability, premises liability, and distracted driving accidents. He was named one of the 2015 Legal Elite by Virginia Business Magazine and has been honored as one of the “Top 50 Attorneys in Richmond” and “Top 100 Attorneys in Virginia” by Virginia Super Lawyers.


[1] http://www.safetyresearch.net/blog/articles/hackers-coming-vehicle-near-you

[2] Ibíd.

[3] http://phys.org/news/2013-07-car-hacking-auto-industry.html

[4] http://www.autoblog.com/2015/02/11/legislation-car-companies-cyber-security/