Localización: Tribunal de Circuito de la Ciudad de Charlottesville
Lesiones:
Lesiones catastróficas
Veredicto del jurado: $750,000
En enero de 1998, James “Mark” Law, de 14 años, fue remitido para una cirugía de los senos nasales por su pediatra al médico acusado, un cirujano pediátrico de oído, nariz y garganta conocido a nivel nacional que forma parte del personal del Hospital de la Universidad de Virginia. Después de que el médico que remitió a Mark le dijo que el acusado era “el mejor”, la madre de Mark consintió en que el acusado realizara la cirugía. Sin embargo, sin que Mark ni su madre lo supieran, el Dr. Gross no realizó la cirugía y, de hecho, ni siquiera estuvo en la habitación durante la mayor parte de la cirugía. En cambio, dos residentes realizaron la cirugía. Ocurrieron complicaciones durante la cirugía y, como resultado, Mark quedó ciego de un ojo.
El caso se juzgó exclusivamente sobre la cuestión del consentimiento. El acusado admitió que nunca le dijo a Mark ni a su madre que no operaría ni permanecería en el quirófano durante la cirugía. En cambio, afirmó que sustituir cirujanos en una institución de enseñanza no era una violación del estándar de atención y que la madre de Mark debería haber sabido que tal sustitución ocurriría porque Mark había recibido tratamiento en la Universidad de Virginia en ocasiones anteriores.
El demandante argumentó que una madre tiene derecho a saber quién está operando a su hijo. El jurado deliberó durante tres horas y emitió un veredicto de $750,000. Se cree que este veredicto es uno de los veredictos por negligencia médica más grandes hasta la fecha en el Tribunal de Circuito de la Ciudad de Charlottesville.
