La firma me dijo que me ayudarían lo mejor que pudieran, y cumplieron esa promesa. Estuvimos en comunicación continua durante todo el caso, cada vez que tenían nueva información. Nunca estuve fuera del circuito. Cuando mi caso fue a juicio, sentí que no tenía nada de qué preocuparme, incluso cuando el otro abogado intentó torcer el caso. Dejaron claro al jurado lo que realmente sucedió. Mi consejo para alguien sería que deje que Allen & Allen se ocupe de su caso. Esto es lo que hacen todos los días y fueron geniales. Ellos me protegieron. Ronald de Unionville
La orientación y el apoyo que recibí de Chris Toepp durante los últimos dos años han superado todas mis expectativas. Su conocimiento del camino correcto a seguir y su habilidad para explicar el proceso legal me permitieron superar el trauma que experimenté por mi accidente automovilístico. Chris es la mejor persona posible que podría haber defendido por mí, y le estoy muy agradecido por todo lo que hizo. Testimonio - Thaddeus de Ferrum
Tuve un accidente de vehículo comercial en la zona rural de Pensilvania. Me detuvieron en la carretera por un accidente más adelante, donde habían cerrado el camino. Miré por el espejo retrovisor y vi otro camión con remolque que se acercaba detrás de mí y iban a toda velocidad. No había nada que pudiera hacer. Tenía dos vértebras rotas, fracturas por compresión en la columna, un codo roto y un esguince de hombro. Estuve en rehabilitación durante dos meses. Me hicieron un par de albaciones en la zona lumbar e inyecciones de esteroides: seis procedimientos en total. Cometí el error de acudir primero a otro abogado. Estuvieron sentados en el caso durante un año. Al cumplirse un año, me prometí a mí mismo que encontraría una mejor representación. Hablé con Jason ese primer día y me dijo que se pondría manos a la obra. Obtuvo toda la información que necesitaba. ¡En la primera semana, Allen & Allen ya había hecho más que ese otro abogado en todo un año! Definitivamente fue un alivio trabajar con Jason. Realmente siguió mi caso. Tomó el toro por los cuernos. Fue un enorme peso que me quité de encima.