Como padres, todos conocemos la alegría y el orgullo de ver a nuestros hijos crecer y ser más independientes. Pero algunos hitos, como salir a la carretera como conductor, también inspiran miedo y preocupación. Los estudios demuestran que nuestras preocupaciones están justificadas. Los accidentes automovilísticos son la principal causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 20 años. En 2016 más de 2.800 adolescentes murieron en accidentes automovilísticos, lo que representa aproximadamente el 10% de todas las muertes de vehículos de pasajeros.
Todo el mundo sabe que los adolescentes corren un mayor riesgo de sufrir accidentes automovilísticos. No podemos simplemente saltarnos la adolescencia, sino que podemos ser conscientes de los comportamientos específicos que aumentan el riesgo de un accidente:
- Conducir de noche: el diecisiete por ciento de los choques fatales que involucran a adolescentes ocurrieron entre las 9 p.m. y la medianoche. La oscuridad y la fatiga son especialmente peligrosas para los conductores jóvenes e inexpertos.
- Conducir durante el fin de semana: el cincuenta y tres por ciento de los accidentes fatales que involucran a adolescentes ocurrieron el viernes, sábado o domingo. Durante el fin de semana, es mucho más probable que los adolescentes conduzcan largas distancias o mezclen la conducción con otras conductas de riesgo.
- No usar cinturones de seguridad: un estudio de adolescentes involucrados en choques fatales concluyó que solo 42% usaban cinturón de seguridad. Los cinturones de seguridad pueden salvar vidas incluso durante los choques más graves, y no usar uno aumenta significativamente el riesgo de muerte o lesiones graves.
- Conducir con otros adolescentes: el riesgo de un accidente fatal aumenta en más de 50% con cada pasajero adolescente adicional. Los conductores jóvenes tienen más dificultades para lidiar con la distracción de los pasajeros ruidosos y bulliciosos.
- Mensajes de texto - Enviar mensajes de texto mientras se conduce representa un grave peligro para todos los conductores, pero los adolescentes se ven especialmente afectados. El texto promedio hace que el conductor desvíe su atención de la carretera durante más de cuatro segundos.
Algunos de estos comportamientos, como conducir de noche o los fines de semana, no se pueden evitar por completo. Pero los adolescentes y sus padres deben conocer el aumento de los riesgos para poder planificar y conducir en consecuencia. Los conductores muy nuevos también deben prestar más atención a los comportamientos en esta lista, ya que puede ser mejor para ellos evitar tales cosas por completo hasta que hayan acumulado algo de experiencia de conducción.
Algunos estados han comenzado a combatir el problema de la conducción de adolescentes con nuevos sistemas de licencias graduales. Estos sistemas imponen una serie de restricciones diferentes a los nuevos conductores, incluido un toque de queda y límites en la cantidad de personas que pueden tener en el automóvil. En Virginia, los adolescentes inicialmente solo pueden conducir con un miembro que no sea de la familia en el automóvil y deben estar fuera de la carretera a la medianoche. Estas leyes ayudan a garantizar que los nuevos conductores obtengan su experiencia de conducción crucial en un entorno relativamente seguro y sin distracciones.
Conducir es un hito estresante tanto para los padres como para los adolescentes, pero hay recursos disponible para ayudar a facilitar la transición. Los conductores adolescentes siempre serán motivo de preocupación, pero estar informado puede ayudar a los padres a comprender y mitigar los riesgos específicos involucrados.
