Los peligros de las cápsulas de detergente para ropa

Las cápsulas de detergente para ropa pueden ser un método conveniente para lavar su ropa, pero también pueden representar un riesgo significativo para la seguridad de sus hijos. Con un aumento constante en las ventas durante los últimos años, estas pequeñas cápsulas ahora comprenden la mayoría de las ventas de detergentes en todo el país. Una nueva investigación, impulsada por esta tendencia del mercado, está revelando peligros imprevistos. La naturaleza compacta de estas cápsulas facilita que los niños las encuentren, jueguen con ellas y se lastimen antes de que sus padres se den cuenta de lo que está sucediendo.

Según un estudio realizado por la Academia Estadounidense de Pediatría, más de 17,000 niños resultaron heridos por uno de estos paquetes de detergente en los últimos dos años. [1] Aproximadamente cuatro de cada cinco de estas lesiones involucraron a un niño que ingirió la cápsula. Presumiblemente, los colores brillantes y el tamaño pequeño de las vainas hacen que muchos niños las confundan con dulces. De los que se tragaron una vaina, más de 35% necesitaron atención médica profesional, aproximadamente 5% fueron hospitalizados y un niño murió.[2] Muchos niños también se lesionan cuando rompen uno de los paquetes y el detergente les entra en los ojos. Esto puede provocar irritación severa e incluso ceguera temporal.

Estas tragedias no tienen que suceder. Un mejor etiquetado y un empaque más seguro pueden reducir significativamente la exposición de los niños a estos productos. Primero, las etiquetas de advertencia pueden alertar a los padres sobre los peligros de las cápsulas y hacer que estén más atentos. En segundo lugar, cambiar el empaque de las vainas individuales para incorporar colores menos brillantes reduce su parecido con los dulces. En tercer lugar, la caja más grande en la que vienen las cápsulas debe ser a prueba de niños. Medidas simples como estas han demostrado ser muy exitosas en la reducción de la cantidad de accidentes relacionados con la lejía y otros productos de limpieza para el hogar en el pasado. Algunas empresas ya han comenzado a realizar cambios en sus empaques y etiquetas, pero hasta ahora no existe un mandato del gobierno y miles de cápsulas potencialmente peligrosas continúan llegando a nuestras tiendas y hogares.[3]

El estudio de la Academia Americana de Pediatría concluye que el mejor método para prevenir estos accidentes es la educación de los padres. El problema principal parece ser la falta de conciencia. Casi todos los padres tienen a prueba de niños el gabinete debajo del fregadero de la cocina o en cualquier otro lugar donde se almacene la mayor parte de los materiales de limpieza del hogar, pero luego no aseguran el área de lavado donde a menudo se almacena el detergente. Un bebé o un niño pequeño no puede mover ni abrir una botella de detergente tradicional de tamaño completo, por lo que a menudo el gabinete se deja abierto y accesible. Cambiar a las vainas les da a los niños pequeños la capacidad de manejar y exponerse a estos químicos peligrosos y atractivos.[4]

Los envenenamientos y otras lesiones relacionadas con los productos de limpieza para el hogar han disminuido durante años y las cápsulas de detergente pueden convertirse en parte de esa tendencia alentadora. A través de un etiquetado mejorado, un empaque seguro y la educación de los padres, podemos mantener a los niños a salvo de estos peligros de seguridad en el hogar.

Sobre el Autor: Jamie Kessel es un abogado de lesiones personales que ejerce en el bufete de abogados Allen & Allen. Recientemente, la revista Virginia Business lo nombró miembro de la élite legal de 2014. Su práctica se centra en las áreas de accidentes automovilísticos, responsabilidad de productos, responsabilidad de instalaciones y accidentes por conducción distraída.

 


[2] Identificación.

[4] http://www.wdtv.com/wdtv.cfm?func=view&section=5-News&item=The-Dangers-of-Laundry-Detergent-Pods-19365