Rastreadores de actividad física: su 'caja negra' personal

Durante años, la mayoría de los medios de transporte venían equipados con un registrador de datos de eventos o “caja negra”.  En automóviles y camiones, estos dispositivos capturan y conservan información como la velocidad, si se usaron los cinturones de seguridad o si se aplicaron los frenos.  Estos valiosos datos se pueden utilizar para reconstruir cómo o por qué ocurrió un accidente. Con la creciente popularidad de los rastreadores de actividad física como los relojes Fitbits, Garmin y Apple, las personas usan sus propias cajas negras personales.  Según una encuesta de 2016 realizada por Rock Health, uno de cada cuatro estadounidenses posee dispositivos portátiles, un aumento del 12 por ciento desde 2015.

Rastreador de actividad física para tu muñeca

Al igual que la tecnología que se encuentra en nuestros vehículos, estos dispositivos capturan y conservan datos en tiempo real, como patrones de sueño, peso, ritmo cardíaco y respiratorio, pasos diarios y calorías quemadas.  En algunos casos, los sensores de frecuencia cardíaca se integran en el equipo de entrenamiento (es decir, ropa inteligente) y pueden compartir esos datos con el equipo de ejercicio. Muchos dispositivos incluso son capaces de rastrear la ubicación física del usuario a través de la tecnología GPS.  Esta "tecnología portátil" se creó para aumentar la conciencia de nuestro nivel de actividad diaria y mejorar el estado físico.  Sin embargo, estos rastreadores sin darse cuenta han creado un nuevo campo de batalla en los casos de lesiones personales.

Para aquellos que usaron sus Fitbits antes de sufrir una lesión que les cambió la vida en un accidente, los datos tangibles del reloj podrían usarse en la corte para confirmar qué tan activos estaban antes de su contratiempo.  (¡Siempre y cuando puedan probar que el dispositivo era preciso y que solo ellos lo usaron!)  Por el contrario, el abogado de una compañía de seguros podría utilizar la misma información para desacreditar y acusar a quienes afirman que no pudieron hacer ejercicio o dormir cómodamente después de un accidente.  Si bien los casos de uso de datos de tecnología portátil en la sala del tribunal son raros, estos rastreadores de actividad física pueden proporcionar evidencia persuasiva que podría afectar el resultado de un juicio por lesiones personales.

Por ejemplo, en Canadá, una demandante usó su tecnología portátil para demostrar una disminución en la actividad física después de las lesiones sufridas en un accidente automovilístico. Los abogados en este caso no usaron los datos sin procesar del Fitbit del demandante, sino datos procesados por la empresa de análisis, Vivametric, que compara los datos de una sola persona con los datos de todos los usuarios para determinar si esa persona está por encima o salud por debajo del promedio. Usando estos datos, la demandante pudo prevalecer sobre su demanda.

Por el contrario, en Pensilvania, El movimiento registrado desde un Fitbit se utilizó para refutar la versión de los hechos de un testigo. Después de que una mujer le dijo a la policía que fue atacada mientras dormía, voluntariamente proporcionó el nombre de usuario y la contraseña de su Fitbit, que la policía encontró en el pasillo después de que ella afirmara que se había perdido en la pelea. Los datos mostraron que la mujer nunca durmió esa noche, sino que se levantó y caminó, lo que contradice su testimonio.

Los consumidores que usan tecnología portátil deben comprender que potencialmente están permitiendo que otros escudriñen sus movimientos diarios durante un litigio en el futuro.  Además, cuando se trata del proceso legal, estos datos muy personales e íntimos pueden no ser privados; si son relevantes para el caso, están sujetos a ser citados por la parte contraria.

Además, es posible que el propietario del dispositivo no tenga ningún control sobre quién ve estos datos.  La política de privacidad del dispositivo, que probablemente pocas personas revisen, puede establecer que el fabricante del dispositivo retiene la custodia y el control de la información de salud personal del usuario en términos de su almacenamiento y divulgación.

Pero, ¿son estos datos fiables?

Al igual que en el caso canadiense, un problema adicional surge del hecho de que los datos de estos dispositivos pueden no presentarse al tribunal en su forma original, sino como conclusiones analizadas completadas por una empresa de análisis de terceros. Los tribunales de todo el país apenas están comenzando a interpretar las reglas de descubrimiento que involucran esta tecnología relativamente nueva, por lo que se espera que los litigios sobre datos de dispositivos portátiles sean más frecuentes y más disputados en los próximos años. Los datos pueden ayudar a avanzar en su reclamo, pero aún no está claro cómo y en qué medida se pueden usar.

Ya sea que use o no tecnología portátil, si ha resultado lesionado, debe consulte con un abogado acerca de sus derechos.