Violencia doméstica no afectará su estatus migratorio

La violencia doméstica es una epidemia que afecta a hombres, mujeres y niños en todo el mundo. En los Estados Unidos, casi 20 personas sufren maltratos físicos por parte de su pareja íntima por minuto: en total, más de diez millones de mujeres y hombres en un año.

Violencia doméstica

Las estadísticas siguen siendo alarmantes: 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 4 hombres han experimentado algún tipo de violencia física de una pareja íntima. Una de cada 10 mujeres ha sido violada por una pareja íntima, y no hay datos disponibles sobre las víctimas masculinas. La violencia doméstica se correlaciona con una mayor tasa de depresión y comportamiento suicida, y solo el 34 % de las víctimas reciben atención médica por sus lesiones. Uno de cada 15 niños está expuesto a incidentes de violencia cada año, y el 90 % son testigos oculares. Las estadísticas son claras: existe un problema grave relacionado con la violencia doméstica en el país. Teniendo en cuenta que la mayoría de las víctimas queda desamparada, debemos establecer una cultura en la que se sientan seguras para hacer una denuncia y conseguir ayuda.

Sin embargo, esto es difícil para quienes creen que se pone en peligro su estatus migratorio si denuncian un incidente de violencia doméstica en la policía. Un inmigrante puede sentirse especialmente vulnerable porque no está familiarizado con la cultura, el idioma y la ley de los Estados Unidos. Desafortunadamente, una persona que maltrata puede ejercer poder y control sobre sus víctimas como táctica de abuso.

Las personas maltratadoras pueden aislar a su víctima de varias formas, por ejemplo, impidiéndole que aprenda inglés o que se comunique con amigos y familiares de su país de origen, o mudándose a lugares donde no hay transporte disponible para que la víctima no pueda ir donde quiere o necesita para trabajar o pasar tiempo con otras personas. Los autores de actos de violencia también intimidan a las víctimas con la amenaza de deportación o el retiro de las peticiones de estatus legal. Pueden mentirles y decirles que perderán su ciudadanía o su residencia si denuncian la violencia. Esto es especialmente manipulativo porque las víctimas sienten que su existencia en los Estados Unidos está en riesgo: si denuncian, corren el riesgo de perder su hogar, su trabajo y sus medios de vida.

Los inmigrantes pueden ser víctimas de maltrato económico. Una persona que maltrata a un inmigrante indocumentado puede amenazar con llamar a su empleador y convencerlo de despedirlo o puede tratar de negarle los documentos que le permiten trabajar o dar informes falsos al empleador sobre su estatus migratorio. Esto puede provocar que la víctima pierda sus ingresos, su seguro de salud y otros beneficios. Otras personas maltratadoras pueden usar a los hijos como una táctica de maltrato. Por ejemplo, pueden amenazar con hacerles daño a los hijos o con mandarlos fuera del país si se contacta a la policía. Por lo tanto, los inmigrantes se encuentran en una posición vulnerable y enfrentan aún más obstáculos para denunciar porque temen perder su estatus de residencia. Como consecuencia, este miedo hace que muchos inmigrantes permanezcan en relaciones de maltrato. Es importante que las víctimas obtengan ayuda. Deben saber que su estado migratorio no se verá afectado.

En primer lugar, todas las personas en los Estados Unidos, independientemente de su estado de inmigración o ciudadanía, gozan de protecciones básicas según la ley. Las víctimas de violencia doméstica tienen derecho a solicitar órdenes de protección para ellas y sus hijos, la separación legal o el divorcio sin el consentimiento del cónyuge, la custodia de los hijos y ayuda financiera. En segundo lugar, si una persona maltratadora acusa de un delito a una víctima de violencia doméstica, la víctima tiene derecho a consultar a un abogado, no respondedor preguntas sin un abogado presente y hablar en su defensa. Para los inmigrantes, es fundamental consultar tanto a un abogado de inmigración como un abogado penal.

En el lugar, las víctimas de delitos, independientemente de su estado de inmigración o ciudadanía, tienen acceso a varios recursos a través de agencias gubernamentales o no gubernamentales. Estos incluyen asesoramiento, intérpretes, elaboración de planes de seguridad, vivienda de emergencia y asistencia monetaria.

En cuarto lugar, las víctimas de violencia doméstica y de agresión sexual tienen opciones legales especiales para obtener el estatus migratorio si están indocumentadas. Las personas migrantes que son víctimas de violencia doméstica pueden solicitar tres formas de asistencia:

1.) Tarjeta verde para autopeticionario conforme a la Ley de Violencia contra las Mujeres (VAWA, por sus siglas en inglés)
2.) Cancelación de deportación conforme a la VAWA
3.) Petición de estatus de no inmigrante U (visa U)

niño que sufre de violencia doméstica

Cada opción tiene requisitos específicos:

1.) Bajo la VAWA, una víctima podría ser elegible para ser residente legal permanente (obtener una tarjeta verde) sin el conocimiento o consentimiento de su familiar maltratador. Por lo tanto, esta solicitud se conoce como autopetición, ya que está solicitando estatus legal para sí misma y no se trata de alguien más que está pidiendo un beneficio de inmigración para esta persona. Para calificar para la autopetición bajo la VAWA, necesita probar que sufre maltratos por parte de un cónyuge, ciudadano, residente, padre o madre, o hijo que sea ciudadano. Si se aprueba la autopetición y la víctima cumple con otros requisitos, podría ser elegible para obtener una tarjeta verde.

2.) La cancelación del proceso de deportación conforme a la VAWA es otra forma de protección que permite que las víctimas de la violencia doméstica obtengan una residencia legal en los Estados Unidos. Si tiene éxito, será residencia legal permanente y permanecerá legalmente en los Estados Unidos. La cancelación de deportación está disponible para extranjeros que están, o podrían estar, sujetos a procedimientos de deportación. Si una persona sufre maltratos de su cónyuge, padre o madre, o un ciudadano o residente permanente legal de los Estados Unidos, quizás pueda terminar el proceso de deportación. Es de suma importancia que la víctima cuente con un abogado de inmigración con experiencia en la VAWA que la asesore y la represente para determinar si califica para la cancelación.

3.) Los extranjeros que han sido víctimas de determinados actos delictivos pueden obtener el estatus de no inmigrante U y convertirse en residentes legales permanentes (obtener una tarjeta verde). Específicamente, el estatus de no inmigrante U (visa U) está reservado para las víctimas que han sufrido maltrato físico o mental y brindan ayuda a las agencias de orden público y oficiales gubernamentales en la investigación o en procesos penales de actividades delictivas. La visa U es conveniente porque brinda al beneficiario la autorización para trabajar. Además, los miembros de la familia están incluidos con la víctima y también son elegibles para trabajar legalmente. Si bien existe un límite de hasta 10.000 visas U disponibles cada año, no hay límite en la cantidad de visas disponibles para los familiares a cargo. Para ser elegible para una tarjeta verde basada en el estatus no inmigrante U-1, debe cumplir ciertos requisitos. Si desea más información, consulte aquí.

El Congreso reconoció la necesidad de proteger a las víctimas de maltrato que no son ciudadanas de los Estados Unidos. En casos de violencia doméstica, la legislación sobre inmigración de los Estados Unidos permite que ciertas víctimas de maltrato que no son ciudadanas puedan obtener su estatus legal sin tener que depender del agresor. Si una persona es víctima de maltrato, es importante que sepa que su estatus migratorio no se verá afectado si denuncia el delito.

Si usted o alguien que usted conoce sufre violencia doméstica, llame a la Línea Nacional contra la Violencia Doméstica al 1.800.799.7233 o busque ayuda en su estado aquí.